La firma del dibujante

Con ello no me referiero a la simple rúbrica que todo dibujante escribe al finalizar su obra, ni el nombre, apellido, acrónimo, pseudónimo o avatar que el "artrista" ha elegido para marcar sus dibujillos y pinturajas.

La firma del dibujante es su estilo, inconfundible a veces, que nos dice de inmediato quién lo ha dibujado (o coloreado, entintado u lu que sea). También, como ya habréis dado cuenta de ello, es el lenguaje de sus bocadillos. En mi esquizofrénico caso, consiste en convertir en "j" la "h", cambiar "oes" por "úes", añadir "eles" al final de palabras: "sil" por sí, "nol" por no,.... Qué pasa?! A Juan Ramón Jiménez le dio por cambiar la "g" por la "j" en un afán de puro egocentrismo y nadie dijo ná de ná, incluso a tó dios le parecía bien.

Por otro lado, hay artistas que se relacionan directamente con una publicación concreta (generalmente un periódico), con lo cual su firma lleva también un "apellido". También es el caso de en qué publicación se dieron a conocer.

En mi caso, mi "apellido" fue el Cochinillo Feroz. Desde que desapareció soy un huérfano apadrinado por casi todos los trabajos por los que he ido pasando, donde siempre he dejado huella con algún que otro dibujo. Al principio de esta entrada podéis ver el dibujo para la empresa en la que trabajo actualmente. Se trata de ilustrar una norma de higiene para que lo entiendan todos los camioneros (de varios países y distintos idiomas), sobre la colocación de un gorro en la cabeza antes de acceder al interior de los muelles de carga y descarga.

* Avatar no es si no, una foto, nombre o toda una animación de una persona en un mundo virtual, que bien puede ser el cómic.